Tzveta Délcheva

Para no estar sola

 

 

(Traducción directa del búlgaro: Reynol Pérez Vázquez)

 

 

BUSQUÉ MI CASA sobre todo,
para poder cambiarla
por una silla en la biblioteca,
por una cabina telefónica
en el centro de la ciudad.

 

 

AQUÍ TIENE USTED LA OSCURIDAD, las gafas, el bastón,
no sé si esta sangre sea suya,
¿llamo a alguien,
hay alguien vivo esperándolo?
¿Puedo llorar un poco con Usted,
humedecer con un pañuelo su mirada,
desteñir su vejez, desecarla…?

 

 

EL RELOJ SE HA DETENIDO y la espalda me duele,
torturada en esta silla,
llena hasta arriba la inquietud
mi casa ajena,
en mí resuena el miedo,
el jardín está llenándose de estatuas.

 

 

LAS VENTANAS EN TODAS PARTES ESTÁN ILUMINADAS
y eso es alarmante,
sabes que algo morirá,
lo sabes y consientes
que se aleje como un globo volando por el cielo,
como cualquier biósfera menuda,
en la cual se conserve.
Y después recuerdes
lo que te venga en gana
sin remordimientos,
sin ningún tipo de remordimientos. 

 

 

ESA VISTA INVARIABLEMENTE ME ENTRISTECE:
los amigos, declarados cómplices en el pasado,
por lo cual deben ser castigados,
procesión de sombras, marchando en el horizonte
al fondo de una luz dorada
o azul, condenados a salir
súbita y definitivamente de la vida.

 

 

LOS PLANES PARA ESA FAMILIA
ardieron en el taller
en tiempos
de la guerra civil.

A veces parece
construida de piedra,
otras veces, de aire.

 

 

ME ENFRÍO SEGURA Y SOSEGADAMENTE,
como se enfría el mundo al amanecer, a eso de las cinco.

El crepúsculo gris acero se filtra
y traza la línea del horizonte,
después en ella la noche se parte
y se separa el cielo de la tierra. 

Te acompaño a tomar el primer tren de la mañana,
lleno de cabezas somnolientas que se balancean y golpean
en las ventanas como decapitadas. 

Un sol de naranja, muerte ineludible.
Las condenas se ejecutan temprano en la mañana.

 

 

¿CÓMO ASPIRA A LA INVERSA
el peligro que se cierne?
El día entero el árbol estuvo floreciendo.
Por la noche insectos embriagados
regresaron a casa
a cometer adulterio.

 

 

ESTRECHA LA HOJA con su rabillo el árbol
y no puede cesar de ponerse amarilla.

 

 

PARA NO ESTAR SOLA,
voy al cine
y estoy sola en la sala con otros dos o tres,

voy al teatro
y estoy sola con las lágrimas, sola con las risas,

leo libros
y estoy sola en la vida de los inventados,

veo televisión
y estoy sola en todo el mundo, de verdad,

entro en varios cibersitios
y estoy sola con la ilusión de que no estoy sola,

salgo de excursión
y estoy sola en los sitios de los enamorados,

me quedo en casa
y estoy sola con el efecto de un cielo estrellado,

escribo en domingo
y estoy sola de nuevo en mis recuerdos,

vivo con la esperanza de no estar sola
con una soledad alrededor del cuello,

con tantísima soledad
para encubrir la soledad.

 

 

-Esta selección de poemas pertenece al volumen Posibilidades abiertas que con traducción de Reynol Pérez Vázquez publicará RIL Editores el primer semestre de 2021.

 

 

Contacto:  rpvaz@mail.ch

Tzveta Délcheva Nació el 3 de abril de 1960 en la ciudad de Panaguiúrishte. Desde 1980 vive en Sofía, permanencia que ha alternado con un periodo de ocho ... LEER MÁS DEL AUTOR