No me alcanzan los brazos de la tierra
Por no encontrar las llaves
A Marosa y a Nidia di Giorgio
Tengo dos casas
en una viven alimañas
en otra mis amantes muertos y los gatos
ni con unos ni con otros he podido vivir
y esto no es ficción
ya estaban previstos los latidos del corazón
ordenados los amaneceres
a veces la luna salía tempranísimo
y se sorprendía
a nadie mostraré este poema
a nadie mostraré mi vida
cuando de madrugada me levanto a comer naranjas
y te convoco a ti solo a ti
y te veo corriendo entre las camas
persiguiendo lobos
el demonio existe los ángeles existen
aseguro que nadie comprenderá
que nadie podrá descíframe
el último sol que vi era naranja
todo por no encontrar las llaves de la puerta de casa
Abro la puerta de un jardín de plata
Abro la puerta de un jardín de plata
él solo bajo la arena
una urdimbre de pájaros y nubes
me constela la vida
una acacia inmensa llora
todo se ilumina
los hombres asesinados yacen en la fosa común
hay un trasplante de vísceras calientes
en secreto una mano me ahoga
será el fin del mundo
pero nadie imagina la inocencia de un perro
para ellos no está previsto el paraíso
pero el paraíso está lleno de ladridos y noches
de imposibles maneras de vivir
de agresiones ocultas de vértigos
a la sombra de las espadas
corto raíces nubes.
Estoy sola en la noche
Estoy sola en la noche
despierto a este conjuro
seguro y obstinado como la muerte
que persiste que golpea
nos hace padecer sonreír
un día cuando estés muerto olvidado de todo
este amor
una hermosa noche de verano
irá a resucitarte
y resucitarán las hojas todas
y tú estarás como te dé la gana
tomando un vaso y otro
y una noche y otra
un día cuando estés lejos
mirando el mar que estaba allí
los reyes y los presidentes que desfilan
escuchando los gritos de los ahogados
de los recién nacidos
y todo lo terrible que hay en los rincones
cuando caen los zapatos
y te golpeo y te golpeo
cuando resuene en tu memoria el mundo
lanzando alaridos como una bestia herida
este amor sin nadie solo
sin hacer nada
sin decir nada
aunque nosotros nos miremos sin reconocernos
estará allí donde estuviste
donde estés
irá a buscarte.
Nadie ninguna soy
Nadie ninguna soy
Ningún hombre es mi cuerpo
Ningún río
Que revisen mi cuerpo
No tiene corazón
Está en la calle
Maravillosa calle
Como hoy casi es milagro
Y los hombres recuerdan
Un ultimátum ya
He vivido
Nada más
He vivido
Perdón por mi dulzura
Por no haber empuñado ni fusiles
Ni garras
Perdón por mi esqueleto decisivo y efímero
Mi violencia es una casa a fondo
Cuando de noche mueres sin aviso
Tocan la puerta
Andan.
Cuando volví corriendo a tus rodillas
Cuando volví corriendo a tus rodillas
exhausta como un perro perseguido y solo
yo no tenía cuerpo yo no tenía manos
no tenía rostro
y me abracé a tus piernas llorando
dormíamos y nos sobresaltaba la resurrección
tomábamos té a escondidas
tras las puertas
nos daba vergüenza comer
nos daba vergüenza vivir
hoy otra vez me arrastra vuelve
aquel recuerdo
entonces nos fuimos al campo a morir
era cuando volaban los tendones
una noche el viento levantó las casas
y dentro de la cabeza
nos vivía un pájaro
y ese pájaro nos deshacía por dentro
nos quemaba
y volvimos a comer a engendrar a olvidar
a estar aquí a vivir así
yo no sé por qué recuerdo esto y tus ojos
y tus rodillas temblando bajo las piernas delgadas.
No me alcanzan los brazos de la tierra
No me alcanzan los brazos de la tierra
no me alcanza la vida
mis amantes me duelen
andan por mi cerebro y son
la vida que no tuve
el silencio anterior
ya estoy definitiva muerta
tuve una casa
tuve tantos hijos subterráneos fantasmas
de noche me hostigaban
cosas y voces que no sé
tú podías haber sido mi padre
tú podías haber sido mi hijo
las calles por donde nos moríamos
no tenían sentido
despierta así no volverás a ser
tócame no hay parte de mi cuerpo
que no sea universal
sé que palpo en silencio
cosas que no he vivido
tristes constelaciones
piernas playas arenas
mutilados enfermos
yo nunca estaré muerta
me dolerán las uñas
los cuerpos los abrazos
los viajes la aventura feroz de cada célula.
Nosotros somos fantasmas
Nosotros somos fantasmas que tocamos la noche
nosotros somos fantasmas
alguien está herido llama
tiemblo como un pájaro
apretado en un puño
como un niño
es de noche y golpean están asesinando a un hombre
en algún lugar
alguien desprendido de su cuerpo
me mira me ama me toca
siento ruido de lápices de sillas de ventanas
puede entrar
ahora en mi cama en este cuarto
yo quiero vivir en ti
como un glóbulo rojo en la corriente de la sangre
yo quiero vivir en ti
como un diente una mano
un pensamiento
me dejas sin saber que en la noche caigo entera
como un cuerpo que cae y cae
es de noche y entra con un cuchillo
se oyen los gritos de un hombre torturado
están torturando a un hombre
es de noche y parece que dormimos
una figura se esconde entre las ropas
un gato salta por la ventana y es mentira
los zapatos recuerdan que eran felices
es de noche un cuerpo cae a fondo.
La noche es una pieza para siempre
La noche es una pieza para siempre
una camisa clara
somos la noche amor
la noche elemental como la muerte
siento tu cuerpo siento
un herido de bala
un portafolio negro
un mar en la garganta
este cuarto nos mira desde adentro
exhausto de quehaceres zapatos cortinados
yo no sé por qué será la ropa
tan triste y tan profunda
yo no sé nada
ni siquiera he aprendido cómo abrir una puerta
voy por el cuarto como por el aire
las ventanas combaten
las espaldas combaten
todo acecha es violencia
todo nos amenaza
siento en tu cuerpo el mundo las sirenas el pánico
las playas desoladas
seres muertos que he amado.